lunes, 30 de marzo de 2009

Energía

Lejos de iniciar una polémica teológica –en la cual saldría muy mal parado-, me gustaría primero expresar que el ser ateo a mi parecer no significa la ausencia de creencias –que tampoco creo posible- sino la ausencia de una deidad dentro de nuestras creencias. Digo esto que para muchos estará de más, para evitar confusiones.

Yo soy ateo. No creo en ningún tipo de dios y no fue del todo por elección propia. Simplemente no me inculcaron ningún tipo de religión. Mis padres creyeron que sería mejor que nosotros decidiéramos que religión tomar. Lo más que hicieron fue bautizarnos –una ironía, pues si acaso existe el Dios de los cristianos, ya pueden juzgarme en el día final. Me metieron a una burocracia cósmica, gran ironía- para ahorrarnos la pena de ser bautizados más grandes en caso de volvernos cristianos o católicos. Esto significó que no desarrollara algún tipo de sensibilidad espiritual. Las cosas eran –y todavía son para ellos- como lo ves, según lo puedas medir y si es comprobable.

Hubo un día cuando esto no me satisfizo. No me parecía que el asunto fuera tan simplista y que mis emociones junto con las conexiones con los demás fueran más que una serie de reacciones bioquímicas. ¿Cómo explican ellos aquel sentimiento que les emerge cuando intuyen algo que es imposible predecir? Evidentemente cuando alguien muere por sorpresa, suena el teléfono y mi madre piensa “alguien ya murió” es un evento inexplicable por la ciencia. Sentir las malas vibras, intuir accidentes; ese sentimiento de buena voluntad cuando sabes que algo bueno está por pasar y pasa. Sentirse ligado con alguien a quien ni conoces. Miles de eventos que se sienten en el estómago y que te recorren la espina y que no tienen explicación científica.

Mi padre diría que los que creen en la energía desde un punto de vista esotérico son unos idiotas. Que la energía son sólo electrones que fluyen. Un punto de vista de la física cuántica. Sin embargo, ¿no acaso la física cuántica tiene teorías que exponen teorías donde todo está hecho por una fina malla, una tela que constituye el todo? Mi creencia se basa en eso y en algo que se ha formado a través de mi convivencia con el mundo.

Es difícil explicarlo, pero sí creo que hay un flujo de energía. No hay ni buena ni mala. Sólo es y fluye por un delgadísimo hilo que conforma a todo el universo. Materia y energía conviviendo en el mismo estado con el vacío. Por este hilo se transmite la energía que liberamos con nuestras acciones y afecta a todo el universo. Aquellos con quien tenemos una liga más estrecha les afecta con mayor intensidad que a los que apenas si conocemos. Es por eso que podemos intuir cómo se encuentran nuestros seres queridos sin siquiera verlos. Este universo está creado por una infinidad de conexiones con los demás, con los elementos, don la naturaleza.

¿Incluye mi creencia algunas reglas de convivencia? ¿Siquiera mandamientos? No, creo que el universo más bien se ocupa en regresarte con alguna resonancia –el karma existe- todo lo que haces. Lo que hagas te resonará como lo hagas. Bueno o malo, eso lo determina uno mismo.

En realidad es algo muy personal que he llegado a compartir con muchos y desarrollar gracias a otros tantos. He conocido algunos que coinciden conmigo, pero no significa esto que mi creencia sea la verdad. Sólo que de algún modo, más de uno se identifica conmigo y nada más.

1 comentario:

Karlota Katalina de fuego y nicotina dijo...

Karma Police, eso es todo.

Yo aún sigo esperando que me pase algo muy muy bueno o alguna tragedia, ambas cosas serían muy merecidas.

El universo conspira cuendo realmente deseas algo, claro!pura energía.