sábado, 23 de mayo de 2009

A los amigos...




Ciertamente, la amistad es una de las relaciones más entrañables y complejas que el ser humano es capaz de desarrollar. Una línea delgada separa la frontera entre el “ahh sí, somos compañeros” o el “claro, es conocido mío”, y el poder decir “él es mi amigo/ella es mi amiga y a mucha honra”… una línea delgada pero difícil de traspasar, y por lo mismo difícil de mantener.

A lo largo de mis diferentes etapas educativas, cosa que no sé si les pase a todos, he ido cambiando de amistades y manteniendo algunas otras. Hay muchas personas a las que recuerdo con cariño y que he podido llamar amigos en algún momento de mi vida.

Imágenes del kínder con niños aventándose piedras en una pelea férrea por ver cuál de los dos grupos lograba ganar el derecho a los juegos del patio, y después la inevitable regañada y el lloriqueo tras la cual al hacernos los inocentes lográbamos librarla y hasta obtener un chayote hervido (delicia del Club de Leones provista por la maestra Mari Tere) como recompensa a un yo no sé qué.

Después estaba la primaria con mis inseparables Queta, Lucero, Esteban, Viridiana y momentos de diversión al lado del auditorio contando lo que para nosotros eran historias aterradoras de fantasmas, la siempre mojada visita a casa de Estaban, las largas tardes en casa de los abuelos de Queta y las escapadas de casa para ir al cine o a patinar. También mi inseparable amigo Anuar con el cual las luchas por el control de las naciones con el juego de Estratego eran de todos los fines de semana bajo la mirada atenta de su abuelo, que no podía más que aconsejar a uno u otro sobre cuales piezas había de mover o que era hora de ir mejor a agarrar el Súper Nintendo antes de que el juego acabará con “sangre de por medio”. También Moisés y Aníbal, tardes y más tardes de diversión tan sólo a unas cuadras de mi casa, adictos a los videojuegos por días y noches enteras. Roberto, el primazo postizo con el que las platicas, venturas y desventuras nunca faltaron.

La secundaria….la mesa del centro con Miguel, Alan, Oscar y Toño. Tardes enteras en mi casa semanalmente, aprovechando la ausencia de padres y la entera disposición de los privilegios que una casa vacía le puede brindar a niños de secundaria. Con Miguel los interminables planes maquiavélicos, con Alan las horas y horas interminables de risa y disgustos, con Oscar la finca del Sumidero y la búsqueda de jicamas. Tampoco puedo olvidar al Jarocho, a Sergio, Jair, Melo, Rossana, Erika, Amayrani, muchos de ellos me acompañarían en la siguiente etapa…

Prepa, ahí afiancé amigos y perdí a otros….muchos ahora tan sólo son compañeros, muchos empezaron como compañeros y terminaron como amigos sin los cuales no podría hoy día concebir mi vida. Miguel y Alan, siempre han estado y espero sigan….problemas, alejamientos, pero ahí estamos al fin y al cabo. Carmen con todo y refrigerador encima… Amayrani, los buenos momentos y las platicas de confidencias que creo nos ayudaron tanto sin que al fin hiciéramos lo que tanto platicábamos… Sergio, el compañero de guitarra y bicicleta, maestro de futbol, uno de mis hermanos…. Abraham, carnalazo de mi alma que abrió mi mundo a los placeres de Soda y también el mejor confidente por mucho tiempo…. Ralo, Ale, Omar y Vhs está en la casa…. Carlos, Gustavo y Ruth whisky, barajas y antro… Jair y Chama, compañeros de pedas del ayer y del hoy, apoyos incondicionales aunque a Jair le de hueva…

Puedo decir que soy afortunado de haber tenido presente en mi vida a aquellos a los que acabo de hacer mención… a algunos los he dejado de ver, con otros el contacto mínimo… hay quienes siguen muy presentes y es algo que espero siga así.

Hoy por hoy… la universidad me ha abierto un mundo de nuevas personalidades, y hay quienes a este punto ya son amigos entrañables dentro de lo que ahora es mi segundo hogar (incluido departamento y Facultad)… para ellos (que saben quiénes son) las más sinceras gracias pues como dice uno de ellos “son los inseparables de la facultad sin los cuáles la carrera no sería tan grata”. Sinceramente, yo no sé si soy el mejor amigo, pero hay que decir que los quiero, los respeto y no los cambiaría por nadie.

PD. Perdonen el largo del post pero ahora si me debrayé.

Yo tuve un(a) mejor amigo(a) cuando...







Siempre he envidiado a aquéllos que tienen la fortuna de decir “Te presento a Fulano, es mi mejor amigo desde Kinder II”. Aquéllos que pueden llevar una relación de amistad, con todos los altibajos que puede tener una relación no romántica, que pueden jactarse de haber visto crecer y cambiar a su amigo en cuestión – o a sus amigos, personas que envidio aún más – y que hasta la universidad se siguen frecuentando.

En mi caso, yo llevo ya varios años huyendo de las reuniones de mi primaria, secundaria y prepa, esas fiestas en donde todo mundo se dedica a ventilar todas las pendejadas que hiciste, en mi caso a cuanta gente aliené ya que desde el último año de la primaria me costó mucho trabajo mantener amistades cercanas y tomé la decisión que me marcó de por vida de preferir la soledad. Odio reencontrar a aquellos a quiénes hice daño, me hicieron daño o, peor aún, que sé que en cualquier momento pueden insertar un comentario como “jajaja, es como Ana cuando...”.

Es cierto, todas mis mejores amistades pasadas han terminado en catástrofe, siempre terminan con un drama, una pelea a muerte o un simple silencio glacial. Tuve una mejor amiga desde Kinder I hasta como 2º de primaria, ahora estudia Comunicaciones en la Anáhuac y es, ahora, una persona completamente desconocida para mí y que sólo una vez intentamos platicar ya en la prepa y nada más no nos caímos. Mi otra mejor amiga de 3º y 4º de primaria es baterista y tengo el mínimo contacto por Facebook con ella, pero nos caemos bien y ya, la otra mejor amiga que tuve en ese período fue la hermana de mi primo, una mujer manipuladora como ella sola y que ahora no puedo ver ni en pintura.

Antes de entrar a la H. FCPyS tenía yo la súper tendencia de volar de grupito en grupito buscando una forma de identificarme y encontrar gente con la que compartiera ciertos intereses... Extrañamente mis escuelas siempre fueron de esas que son típicamente sectarias, en donde ya te clasificaban de entrada dependiendo de la gente con la que te llevabas, una especie de comedor de las películas gringas. Tuve un par de mejores amigas intermitentes de la secundaria y la prepa; el “tuve” refiere a que una de estas amistades terminó con un silencio frío frío frío porque cambiamos mucho, la segunda por traición de su parte, traición que todavía me duele recordar. Guardo algunas amistades de la prepa, la mejor de todas vive en Monterrey y nos vemos cada vez que viene y la amo, mi mejor amigo es un hippie de primer nivel al cual adoro, el otro adoradísimo estudia Periodismo en el Tec y nos vemos poco pero siempre que nos vemos lo abrazo mucho porque lo extraño y lo quiero y así...

Creo que, dentro de todo, mi momento de oro en términos amistosos ha sido la universidad. Una de mis mejores amigas es la primera mejor amiga que tengo que es menor que yo, que la adoro y la amo y sé que siempre estamos allí la una para la otra, sea para echar desmadre, platicar, profundizar, llorar, etc.; por otro lado, mi compadre de la Fac es una de las mejores personas que he conocido en la vida, podemos platicar por horas de todos los temas, convivir todos los días, sentarnos al lado y aún así decirnos “te extraño”. La verdad es que este nuevo período de la vida me abrió los ojos y me dio el chance de conocer a muchas personas que valen mucho la pena, lamentablemente no se pueden mencionar todos porque entonces me sentiría mal de haber dejado fuera a alguna de esas personas que me han ayudado a ser quién soy y a tener momentos inolvidables. No es una entrega de un premio, jamás lo será, son puras remembranzas.

(Me doy toda la libertad de hacer un post largo porque esta semana no hubo mucho quorum, si no lo quieren leer, no importa, me sirvió para reflexionar)

viernes, 22 de mayo de 2009

Amici e Benedetti

Las relaciones humanas tienden a evolucionar con el tiempo y gracias a la afinidad en amistades, y todos nosotros podemos constatar que gracias a ciertas actividades y tiempos algunas de estas amistades terminan en verdaderas hermandades, amigos que se vuelven confidentes, que están verdaderamente en las buenas y en las malas con nosotros y que hacen todo por apoyarnos cuando lo merecemos y no dudan en regañarnos y reorientarnos cuando es necesario. Podemos ver a nuestros verdaderos amigos a nuestro lado en los peores momentos, justo cuando no vemos el final del túnel y nos sentimos solos, ellos son los que ponen su mano en nuestro hombro y nos impulsan a seguir.
Me siento afortunado al conocer este sentimiento y tener amigos entrañables que a pesar de la distancia son grandes compañeros de viaje, de alegrías y de tristezas.

Dejare este tema por el momento para expresar mi profunda tristeza por la muerte del maestro Benedetti, no puedo decir que soy un fanático en la extensión total de la palabra, pero si puedo decir que mi interés por la poesía se debe en gran parte a las obras del uruguayo, descubrirlo fue un placer y adentrarme en sus versos siempre es un deleite. Debo de reconocer que si algo envidio a los grandes escritores es su inmortalidad, la carne podrá ya no estar, pero con el simple hecho de ser leídos, su espíritu sobrevive.

No te salves
Mario Benedetti

No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora ni nunca. No te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo no puedes evitarlo
y congelas el jubilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo

Los mejores amigos son los que tiran la primera pedrada.



¿Cómo poder decidir de entre todos tus amigos a los mejores?, podría recordar a mis friends de la secundaria, a quienes les prometí ser por siempre su amigo, aunque no los he visto en años y seguramente somos totalmente distintos, con personalidades contrapuestas.

Creo que hubo un inter entre la secundaria y la universidad muy largo en el que no encontré amistad.

Hoy me sería difícil decidirme entre tod@s ell@s, como el o la mejor, en realidad en todos tienen algo distinto, con lo que, en determinado momento de mi vida me puedo sentir a gusto; por ejemplo: cuando me siento con ganas de echar desmán, voy con mis cuates de 2do semestre y nos subimos en los vagones del metro a echarnos palomasos, aunque cuando ya estén en su juicio me exijan bajar los videos de you tube con la amenaza de cobrarme regalías (me conocen tan bien que saben que mi punto débil es el codo y no el talón de Aquiles).

Cuando me siento triste o nos sentimos tristes, nos erigimos de facto, aunque sin el más mínimo conocimiento de psicoanálisis (no cuenta haber leído a Freud) como los sicólogos de los sociólogos, dando y recibiendo consejos a diestra y siniestra, algunos consejos son buenos, otros nos animan, hasta llegamos a encarnar a Patch Adams para levantar el autoestima de las personas que más queremos.

Yo no creo en la amistad de personas que se ofrecen a solaparte tus acciones incorrectas, ellos son las personas que siempre quieren aprovecharse de ti. Si creo en cambio, en la amistad de los que siempre te critican, los que siempre te molestan dándote lecciones y bajándote lo engreído, demostrando que hacen las cosas mejor que tu.

martes, 19 de mayo de 2009

Pocos nombres.

Antes de empezar agradezco hayan dejado espacio para mi entrada, noto que sus textos en borrador. ¿Fue protesta? ¿O el fin de semestre?

María se ha caracterizado casi siempre por traer una sonrisa colgada del rostro, un par de anteojos descansando sobre su nariz y por hablarle siempre a todos quienes la rodean, a todos los del grupo. Ella puede enunciar sus tres mejores amistades en tres nombres femeninos, saben que lo han sido por dos razones tiempo -sobre todo- e intensidad. Lucero jugaba con ella en sus primeros años sociales, iban en el mismo plantel de preescolar, se conocieron por un ride para llegar a prisa a la escuela. Sentían que las horas de juego se agotaban más rápido que el vaso con agua de limón que saciaba su sed por agotamiento al final de la jornada lúdica. De sus pequeños amiguitos fue Lucero a quien más extrañó al ella cambiar de residencia. En el nuevo lugar María andaba al principio resentida, seguía con la misma sonrisa (esta vez adornada con cubitos y líneas de metal) y le hablaba a todas la niñas y nuevos vecinos; tuvo varias mejores amigas temporales a las que recuerda muy bien, pero sólo de María Gabriel*, la última que hizo antes de volver a la su lugar de origen, fue de quien conservó la amistad, el detalle es que esa chica ahora vive en Cd. Juárez y María cree que tendrán que pasar muchos más de los casi tres años que lleva sin verla para que vuelvan a compartir un café con galletas de Calufe, cocinar juntas de nuevo un pastel o hacer una pijamada hasta que salga el sol (aunque pierda vigencia pues con más de 20 años de edad puede que no resulte tan entretenida).
De vuelta en la gran ciudad María redescubrió a su amiga Paola, con quien había tratado en los años preprimarios, pero esta vez fue distinto, compartieron esa etapa extraña llamada adolescencia. Juntas se convirtieron en observadoras de los cuerpos celestes nocturnos de ese recorte de cielo que se forma de entre las siluetas de los techos pertenecientes a los edificios donde viven, practicaron la caminata (casi de manera profesional) al darle numerosas vueltas al parque, pocas veces fueron jugadoras de basquet y muchas más la porra del equipo de soccer. Sólo una vez asistieron al cine y un par de noches bailaron; en la primera de ellas María descubrió que ella ha sido su mejor pareja de baile, en la segunda el efecto de la mezcla de coca [cola] con café. Ahora Paola es más que su confidente aunque se vean para comer una vez al año habiendo entre sus casas no más de 100 metros de distancia.
Ellas sólo cuatro ciclos escolares fueron en la misma escuela -mas no en el mismo grupo-, el resto no. Tienen en común la piel morena y el pelo negro, van a las mejores universidades(una en privada, otra en pública), un hermano cada una y en mascotas de la misma raza.
Claudia fue la amiga de María en el bachillerato, en común tenían pocas cosas y pasaron momentos por demás divertidos y variados. Su amistad inició más por motivos académicos que otra cosa, María piensa que su relación es algo extraña, pero constante y cree duradera, y por lo mismo muy importante.
Anexo.
Ofrezco una mención especial para la admirable Avith, un recuerdo para Luz Minerva y Thalía a quien deseo que le esté yendo bien, para Xóchitl a pesar de que nuestra amistad le importó una práctica de laboratorio, para la peculiar Ximena aunque nunca me hable en mi cumpleaños y a la entrañable Zuri quien está ahí en momentos estratégicos.
*La cuarta importante.

domingo, 17 de mayo de 2009

Yo no soy mucho de recordar…

No de en balde soy la niña friolera... pese a que se diría que tengo un carácter un tanto excéntrico, ¿¿amigos?? Pocos…

A lo largo de la historia, cuento con un registro de compas, no más, siempre me he rodeado de mucha gente, pero es justo ahora, con este tema, reflexiono un poco más y por las condiciones actuales de mi vida, prefiero la soledad o a esos que son los consagrados….por ser tema central, les contaré de mis consagrados…

Mi primer amor, hasta hoy continua siendo un gran amigo, nos separan muchos kilómetros, pero que geniales son esos encuentros fugaces que nos permitimos cuando la distancia se hace tan pequeña, ese es mi consagrado.

¿Mujeres? Algo extraño y un tanto irrelevante en mi vida. Enamorada de una, sí, pero no sólo es una simple y vil mujer, es más que eso, es mi amiga, mi amante, mi confidente, mi complemento…vivo y viviré enamorada de ella, tiene esa nariz perfecta que siempre he querido tener a mi lado; es mi consagradísima, es tan inteligente y sutil, que me sorprende, la sorpresas que me brinda la hacen ser más que una simple mujer… te amo.

Por otro lado, una mezcla extravagante de niño- niña… unos chinos ya no tan espesos, pero aún enroscados y coquetones… con él me inicié en el mundo de los arrimones… (yo era el activo) es un pesado jotito…al cual amo y al cual le debo el haber concluido y aprobado ciertas materias en la ENP, pero, pensándolo bien, yo le hacia sus ensayos de ética… me place la retroalimentación que he tenido con este chaparrito jarioso…

Desde mi ingreso a la universidad, el hallazgo de personas extraordinarias no ha cesado, pero sí se ha vuelto más complejo, las diversas tareas me han impedido abrirme … no por ello no he descubierto a personas extraordinarias, entre ellos, a una niñita, de nombre común en la idiosincrasia mexicana, la quiero, es tan simple y no por ello insípida, es tan sabia, que se ha convertido en mi mentora… el cafecito de los martes y jueves lo espero realmente con ganas, el ir a los cuadros de pasto y ver las nubes, te quiero mucho… probablemente una más de las pocas damitas que me dejan pasmada.

Un chaparrito metalero con complejo de psicoanalista… te amo, tan oscuro como el chapopote y perverso como el mismo Satán, tierno y amable… uno más de los consagradísimos, pese a que lo dejo plantado, siempre sigue ahí, es tan jocoso como su playera morada… que bueno es salir al cine con él, aunque después me reproche el haberme quedado dormida ( él siempre paga)…


ahhhh… que feliz estoy. Justo en estos momentos, cuando comencé a escribir no contaba con muchas expectativas, mis consagrados son pocos, pero tiene una gran talla, y no por ser obesos precisamente …. A los que me detuve a describir es por que lo creí pertinente…

Gracias a mi hermana pude encontrar a un gran amigo, un médico arrogante y narizón, pero al cual le he tomado mucho, mucho amor, es mi hermanito postizo… En la universidad, otros duendecillos se unen a esta lista, duendes preocupados por aprender y aprehender todo lo que puedan… chivis, paquito, dany., diego el jarocho, memito de san cristo… necesario colocar sus nombres… son de Derecho y no les gusta especular si son o no son a los que me refiero…

El último consagrado del que hablaré, es ese maldito que me hace llorar cada que aparece sin avisar… el niño del cerro, mi Caín, consagradisisisisimo, esos viajes de un día, esos encerronas, esas platicas, esos planes… ya no es ni podrá ser lo mismo, pero aún así, es un consagrado, con el cual de vez en cuando saldré a comer nieve, me pelearé por los colores, y todo ello por que es un consagrado más.

Chale, y al final creo que este tema removió muchas cosas…consagrados, los quiero, ustedes saben quienes son… la Friolera no los olvida, aunque soy inexpresiva.

Smelt like teen spirit

Yo tenía 10 cuando lo conocí, él 20 y se parecía a Alejandro Sanz cuando cantaba Pisando Fuerte y todavía no se tenía que pintar el cabello. Tenía los dientes parejitos y ojos café claro. Era metalero y rockero. Fue el que me introdujo al mundo del grunge y me metió a la cabeza a Nirvana,Soundgarden y Pearl Jam.
Cuando lo conocí me daba miedo. Yo era fresa, salía con mis amigas a la calle para andar en bici y comprar helados. Escuchaba Five y todas las boybands. Él, a sus 20 no había día que no se vistiera de negro, trajera los audífonos puestos y fumara. Con todo eso, recuerdo que sus dientes eran blancos y usaba unas botas negras tipo militar. Le empecé a hablar porque se juntaba con nosotros; porque hacíamos chistes tontos en las noches y porque en poco tiempo se convirtió en el mejor amigo de mi hermano. Los sábados y domingos se quedaba a comer en mi casa mientras jugaban Grand theft auto y reían como locos. Poco a poco me fui interesando en esos juegos tontos, eran tan estúpidamente incorrectos.
Después me hice su mejor amiga; era poco razonable que una niña de 12 años le resolviera sus conflictos amorosos tipo “ella dice que está embarazada! pero yo no le creo” y Gloria, cuando tenía un poco de razón decía “yo nunca tendré novio”. Él sería mi primer novio a los 13.
A él lo recuerdo como la mayor influencia que tuve de sexto de primaria hasta cuarto de prepa; cuando me hice mis puntas rojas y me vestía como hippie. Con el aprendí la mítica frase de "todos tienen algo bueno, menos Stephanie"; él logro hacerme creer, y a veces lo creo, que todas las personas tienen algo positivo, incluso aquéllas más nefastas.

La última vez, recuerdo hablar con él afuera de mi casa, yo iba en cuarto de prepa, ya sin puntas rojas y dejando de ser tímida; él, sólo fue a mi casa por el play station. Me confesó andar viviendo con alguien, cuando el tenía 25 años, y ella como otros tres. Querían tener hijos pero no podían, y que, tal vez, sólo tal vez, su cuestión amorosa se estaba yendo a la ruina. Después de esa plática con él no volví a saber de él. Ella no lo dejaba ir al retorno pensando que ahí estaba su amante. Seguro ahora tiene 29 años, tres hijos y una panza, que por sí sola ha de pesar lo mismo cuando tenía 25 años.