lunes, 25 de mayo de 2009

Mujer de poca fe

"Si en el restaurante estuviera el carnicero local en lugar de Tomás, Teresa no se hubiera dado cuenta de que en el radio sonaba Beethoven "....


Siempre he pensado en la suerte; en ella como creación del hombre, como ese cachito de fe que nos queda para continuar jugando. A veces la detesto, afirmo que no existe y cada quién hace con su destino un comino; otras, me agarro a ella con las uñas hasta de los pies, al final, siempre me llevan a la misma cosa: a ese sentimiento de superioridad o de un toque dado por alguna fuerza ajena a mí, gracias a la cual siempre me va bien, y cuando no es así, rara vez caigo en el pozo debido a eso, me gusta negarlo antes de decir “que pinche suerte” o “así tenían que ser las cosas”, incluso llegando a aceptar un poco de culpa “sino hubiera hecho eso…” en cosas que no tengo nada que ver. Soy mujer de poca fe, pero con un chingo de suerte.

Si conozco a alguien con buena suerte, es a mí. Justo el viernes afirmaba algo así -el karma todavía no me cobra todas las que le debo-. Puedo caminar plácidamente a las dos de la madrugada sin que me asalten; no prepararme para un examen y ese día, no me lo harán por causas superiores a mí; conseguir comida gratis, alcohol gratis y trips gratis. Mi mala suerte se reduce al metro retrasado siempre que tengo prisa y otras cosillas. Las decisiones fuertes, las resuelvo con un volado.

Me gusta pensar que a ti y a mí nos unió algo más fuerte que nosotros mismos y la suerte; me gusta creer fue ese primer abrazo, como cuando buscas y por fin has encontrado; algo que se mide por la cantidad de besos de tu nuca a la punta de tus pies; se siente por la cantidad de veces que tus brazos han recorrido mi cadera; por los gritos y las carcajadas, entre lágrimas, entre vino. Vale poco todo, si tengo tus manos en mi espalda y mi boca en tu cuello. Es estar de 12 a 8 junto a ti, tenerte a ratos, aunque sea prestado. La suerte, tal vez, radica en que yo te deseé tanto como tú a mí.

2 comentarios:

María Cafeína dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
María Cafeína dijo...

wow Gloria... estaba yo en primer párrafo y reí con la última frase. En el segundo me preguntaba donde había quedado la parte apasionante, en el tercero la encontré. Me gusta lo que escribiste.

P.D."Mujer con un chingo de suerte" Apoyo esa idea. Refelexioné y sí, nunca te ha faltado. [Excepto por Luis*, jajajaja]

*El chico de "Una mujer desnuda y en lo oscuro", te acuerdas?

Un beso