martes, 24 de marzo de 2009

¿Ayer?

Tal vez el recuerdo más claro y antiguo que tengo es el de mirar tras la maya que caía de mi sombrero color salmón (el cual hacía juego con el vestido sostenido por la crinolina más incómoda que hubiera yo vestido). Miraba y sentía que era la más bonita de todas las pequeñas niñas arregladas que estaban ahí en su misa de tres años. En aquellos días creía que el algodón de azúcar conservaría su consistencia en mi boca, pero no, al contacto con la saliva se comprimió tan rápido como desaparecía mi ilusión. En preescolar me sentía agobiada por entregar cada lunes tres dibujos míos que conformaban el total de la tarea semanal (jajaja). Tenía también prisa por crecer. Después de eso, gracias a una explicación adulta, comprendí que debía aprovechar mi etapa jugando y divirtiéndome, que el apuro debía hacerlo a un lado. Esa fue mi dinámica, reconozco que a veces descansaba de más, pero justo cuando empezaba a sentirme culpable por ello, venía a mi cabeza la idea de que después no habría tiempo y aunque me doliera el cuerpo continuaba haciendo nada.
Cada que viajaba se tapaban mucho mis oídos gracias al cambio de altura, eso me hacía sentir extraña, al final del camino con unos tragos de cualquier líquido se solucionaba el asunto. Un día que llegué a mi destino para no volver al lugar de donde venía, ningún líquido hizo efecto inmediato, incluso sentía flotar y miraba mis pies para saber que estaba en tierra, infantilmente creí que era un sueño, mi tío me pellizcó pero continué creyendo lo mismo.
Los olores, más que los colores y los lugares, tienen la facilidad de transportarme rápidamente a aquellos instantes que parecen haberse quedado congelados, instantes que al despertar provocan en mi sonrisas y otras veces reacciones distintas.
En mi infancia conocí el dogma y consigo lo apasionante de no pensar, fui abanderada y alguna vez imité a Shakira frente al espejo.
°° 6/01/96 En el día de reyes se llevaron a Keiko, lo recuerdo bien: en la tele tenía un chaleco con hielos. Pasó con toda su comitiva por Miramontes (a dos cuadras de mi casa), sólo pude ver el helicóptero que lo custodiaba...°°

1 comentario:

Karlota Katalina de fuego y nicotina dijo...

Ha sido mi favorito, me identifiqué mucho con él... yo también recuerdo cuando se llevaron a keiko. Fué tan triste.

No te agobies con la tarea, no la hagas. Yo voto por la evaluación de talento no de cumplimiento :)