domingo, 12 de abril de 2009

Más mueve un par de tetas….que un par de carretas….

No me gusta este tema, quizá por que es muy socorrido… y es que como no serlo… si la vida del hombre está marcada por un par de tetas.

Pese a que no todas las mamis lo hacen., el amamantar a los pequeños, se habla debiera ser requisito, las tetas de las madres se especializan en crecer y crecer para que todo lo que produzcan vaya directo al cuerpo del nacido y así los inmunice… ¿inmunizar? Oh! Interesante no? Ya cuando eres grande y hablas de inmunidad confusa sería bueno que nuevamente viniera tu madre a alimentarte y así inmunizarte respecto a los conflictos pueriles que pasman tu vida…. Yo he deseado el auxilio y cobijo de las tetas de mi madre…

Después de la amamantada… viene el cambio. Los niños crecen y crecen, llegan a una edad en la cual a las niñas les crecen las tetas y a los niños les regresa el interés por las mismas…las niñas las ocultan, los niños quieren redescubrirlas… en este momento, justo en este momento, la tentación es un tesoro.

Son esas dos etapas las que ilustran mi admiración por las tetas, mi madre me nutrió muy bien, y a mí, a mí jamás me resultó necesario ocultar mis tetas… jamás fueron lo suficientemente llamativas como para tener que ocultarlas…
… quizá fue por eso que en otoño me olvidaron y prefirieron ir tras unas tetototototas… si, así fue. Quién decía que me amaba decidió salir a reencontrarse con las mismas tetas que un día se le negaron… oh! que sabio es el dicho…

A mí jamás me crecerán las tetas… pero a mi vida vendrán muchas carretas

1 comentario:

Karlota Katalina de fuego y nicotina dijo...

No te preocupes, la cirugía plástica puede solucionarlo todo jajaja