martes, 14 de abril de 2009

Tallas

Primeramente he de aclarar que el tema no es completamente de mi agrado, pero eso no significa que me limite en expresar muchas cosas buenas, comunes o desagradables al respecto.
Un muy buen maestro que tuve en años anteriores decía que lo que los hombres ven en las mujeres es que ellas "tengan buenas chichis y buenas nalgas", cuando lo escuché las primeras veces me sentía mal, después me acostumbré y finalmente -después de ver documentales de naturaleza, antropología, anatomía y leyendo uno que otro artículo por ahí- lo terminé aceptando y no sólo porque las cosas sean así de simples como suenan sino porque en realidad hay buenas razones biológicas para creerlo.
El diciembre antepasado, en alguna librería, me reí al ver el título de un libro -de origen colombiano- que decía "Sin tetas no hay paraíso", me pregunté quien sería el autor, leí la sinopsis en la contraportada y lo único que logré fue prolongar mi risa, el asunto me resultaba por demás burdo o al menos no podía entenderlo, desde mi entorno, como ahí se proyectaba de esa manera. Sigo sin poder hacerlo (creo que no lo haré, se convirtió en un telenovela, ya saben, siempre tan apegadas a la realidad).
Lo que si tengo claro es que pues no son simplemente un par de tetas las que mueven al mundo atrayendo miradas, sino especialmente son las grandes -y firmes- las que tienen la virtud de poseer todas las miradas masculinas e incluso femeninas envidiosas, o a veces -aunque sigan siendo grandes- de desprecio por generar un desajuste en la proporción de la mujer portadora (quien seguramente sufre de dolor de espalda hasta cuando está acostada) o por crear en la mente de los mirones la gran duda, que se convierte en misterio sin resolver, respecto a la talla verdadera del brassier que las ajusta. Bien, y ni que decir de las que en tales condiciones no están ajustadas y lucen tan bien, por ellas sale el sol aunque sea invierno y día de neblina.
Hasta ahora mis referencias se han ido por el rumbo de la atracción ¿qué? ¿debo ahora comenzar a hablar de placer y cosas más allá?, prefiero saltarme el tema, con lo escrito por Glo creo que es más que suficiente y genial, además no quiero terminar sin dejar de mencionar la tarea principal para la cual, como producto de la evolución, se diseñaron y conservaron estas bellas glándulas: amamantar conservar la vida más allá del vientre, dar alimento en los tiempos de mayor fragilidad y establecer el primer vínculo firme entre la madre y su retoño.
P.D. Creo en que el algodón, los "push-up" y ,en caso desesperado, la leche, siempre son las mejores opciones antes que el silicón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lo que hemos hecho los humanos, de glándulas mamarias a ser atributos de alabanza!!
tal vez sí, el mundo se mueve por la atracción sexual, pero creo que jala más un buen conjunto de neuronas...
el mismo prof que dijo "tengan buenas chichis y buenas nalgas" dijo que "el amor se hace con el cerebro"

(el libro vendrá con ilustraciones para que no aburra?)