martes, 12 de mayo de 2009

Recuento

Me gusta el vino tinto, el whisky y la cerveza. El vodka me da cruda, el ron se me hace para nacos y el vino blanco sólo con pescado. El mezcal y el pulque son seudo bebidas hippies cuando nos queremos ver folklóricos. El tequila me gusta con limón y sal. Además hay bebidas que me recuerdan ciertas personas y ciertos momentos.

El tequila me recuerda a mi padre; tequila Herradura para combinar y Don Julio solo. Con el olor de tequila, regresa el de la carne asada al carbón en domingo cuando todos nos sentamos a la mesa, los domingos son familiares. La cerveza me recuerda a casi todos mis amigos, me recuerda al último año de prepa donde tomábamos Indio y vienen a mi mente casi todos los conciertos a los que he ido. Guiness sabe a infinidad de noches muriendo de la risa afuera de mi casa, a unos ojos despistados afirmando que en la mañana comeremos chilaquiles; Carolus sabe a un ex novio y a la despedida; Paulaner sabe a Ana en Plantaciones.

El vodka con agua tónica sabe a reunión donde conocí a toda una familia y empezó mi pánico a las relaciones formales; cualquiera de las dos me da dolor de cabeza. Mezcal sabe al dinero que faltaba para algo que no fuera tonayan; sabe a los amigos más cercanos que tengo, sabe a “juguito” cuando es con boing, y a las miles de veces que tomamos dentro de la prepa; a un billar de mala muerte sobre Tlalpan. Whisky sabe a calidez, me gusta sentir el primer trago y como va pasando lentamente por la garganta; etiqueta roja me recuerda al descaro de tomarlo abiertamente a una plaza comercial con pizza; Jack Daniel’s a mis viejos amigos con los Doors, The Clash y Pink Floyd.

El vino ocupa un lugar muy especial. Sabe a ella creando y deshaciendo historias, hablando en la noche medio dormida y a medio kilogramo de galletas en el día, cuando todavía buscábamos el rayito de luz en la vida en medio de la tormenta. El vino sabe al día más feliz de mi vida, sabe a pasta a los tres quesos, a un viaje en el metro y a una venda en los ojos. El color rojo combina con sus ojos y a la felicidad desmedida de ese día. El vino tinto ayuda al corazón.

7 comentarios:

Miss Acacia Lane dijo...

Jajajaja aguas con tus comentarios sobre el ron! El Matusalén es buenérrimo!! (Hago notar que no considero ron el Antihumano)
Y... que bueno que la Paulaner te recuerde a mi! :)
Me gustó mucho tu post mujer, en verdad escribes muy bien.

María Cafeína dijo...

Muy bueno Glo. Lo vuestro es cultura y sino, al menos soreprendiste a la ingenua -y un tanto ignorante- de Orne.

Gibrán dijo...

Totalemente de acuerdo con Ana.
Gloria: no has probado el Santiago de Cuba y por eso dices tales barbaridades.

Karlota Katalina de fuego y nicotina dijo...

Tu post me acaba de dar sed... jajaja
Se me antojo el etiquetA roja con pizza :D

José Antonio Hernández dijo...

No puede ser Gloo!!!¿etiqueta roja con pizza tomado en una plaza comercial a plena luz del día??? ¿quien sería capaz de semenajente insensatez? De verdad que ya no hay decencia...jaja

Anónimo dijo...

Gibrán, Ana: entonces inviten y después comprobamos jajaja

Solaris Sánchez dijo...

Que Borrachos