viernes, 15 de mayo de 2009

Solaris escribe:


Si el alcohol nos hiciera decir la verdad, sabríamos quien mató a Colosio, o de viva voz de Salinas escucharíamos si se robó la partida secreta.

Hoy sin el alcohol, me confesaré ante mis lectores.

Han pasado a mi mente y por mi vida una serie de cosas interesantes, desagradables y de todo tipo en estos últimos años. Me siento contento de haber conocido muchos amigos y amigas en la facultad, que me han enseñado tantas cosas sobre la vida, los sentimientos y tal vez hasta el amor.

A veces tomamos decisiones drásticas en la forma de actuar en nuestra vida, y regularmente son moderadas o revertidas por la vida social en la que no encontramos envueltos, un compañero llama a esto: “-ser atrapados por la doble moral-”, y lo entiendo cuando él quiere ser feliz con 2 chicas a la vez, sin que ambas salgan lastimadas, o inclusive terminen en una espiral de celos. Creo que a muchos de ustedes les ha pasado llegar al corazón de una persona cuando ya se encuentra ocupado por otra, y que media sociedad trata de impedirlo.

La doble moral también implica mentir, mentirnos a nosotros mismos, porque cuando queremos alcanzar un objetivo, pensamos en que la solución es encapsularnos en una bola de mentiras y llegar hasta donde queremos o desarrollarnos como nos guste, pero jamás alcanzamos la plenitud porque hay muchas otras personas que nos rodean de la misma manera, envueltos en la mentira.

La verdad cuesta decirla, en una sociedad que te juzga, si eres panista, perredista, marxista, gay, buga, emo de closet, o todas al mismo tiempo, pero finalmente cuando la decimos, nos sentimos liberados de conciencia y podemos entender mejor a las personas, a nuestros vecinos, replantear las relaciones con nuestros amigos.

Pero este engaño trasciende y más allá de llegar a envolver a los demás terminamos enredados en nuestras mentiras, sin saber realmente quienes somos y si realmente nuestra felicidad fue aquel objetivo que nos planteamos en un principio, y ese es mi caso, vivir envuelto en una nube de basura que había creado, que he decidido terminar cortando de tajo.

El poder decirle, a mi familia y a mis amigos lo que pienso y siento, (claro siempre y cuando quiera compartirlo y no reservármelo) nutre nuestra relación y nos hace conocernos más, también acaba con el miedo al rechazo.

Hoy puedo hacer lo que me gusta, negarme a lo que no me agrada, también conocer los verdaderos límites que las personas me impondrían y cuales son mis permisos.

A lo que voy es, que con esto no quiero promover la promiscuidad y todos quiéranse entre todos y vivía la paz mundial, pero el gran tropiezo de mi vida había sido no hablar con sinceridad por miedo, por ambición, por cálculos escrupulosos y no por experimentar por mi, algunos aciertos y errores.

El amor que se puede dar entre las personas, se puede terminar por ahí mismo, por negarnos a la verdad.

Un saludo a todos mis friends, que ya saben que se les quiere un buen, a mi vecina, que también la quiero mucho y que está bien hermosa ojalá me lea, y a mi familia, en especial a mis primas y a mi hermana que siempre anda por aquí.

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