domingo, 7 de junio de 2009

Tema libre: ¿?




Cuarto para las doce, el reloj marca lentamente minuto tras minuto y segundo tras segundo. La situación en la que el lugar se encuentra, en realidad, no es nada deprimente...la luz del sol entra apoyando sus rayos sobre su cara y las palmeras, que se marean con el soplar del viento, se mecen y al verlas adormecen su ser. Es interesante en verdad la paz que lo embarga todo y que de pronto, es sustituida por las voces tanto exteriores como interiores que se escuchan alrededor.

Al salir del estado somnoliento y de embriaguez en la que se encuentra su cuerpo con una noche de sueño sin sueños, comienza a entretejer el aparato en el cual su día ha de transucurrir. Las expectativas son altas, las posibilidades remotas. Cuentos que no lo son, historias que se vuelven realidad...compendio de señales. Ahora camina, un paso se acompaña del otro, y los pies simplemente platican entre ellos la cantidad de lugares visitados y por visitar...

Hay que contemplar el horizonte, se dice, y con él encontrar el camino que ha de llevar a la felicidad. La infelicidad siempre rondante.

La noche llega.

Giros, giros y más giros. Whisky, whisky... un adiós. Clic, clic, clic...

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